miércoles, agosto 18

De la libertad económica

A menudo se puede oír el mantra liberal (el subconsciente casi me traiciona y escribo medieval) de que el socialismo restringe las libertades, y que es la economía de libre mercado la auténtica portadora de libertad. Nunca he vivido en un régimen más “socialista” que el actual, pero no creo que eso sea inconveniente, al fin y al cabo, no existe ni el país plenamente liberal ni el país plenamente socialista. Pondré un ejemplo que encuentro bastante paradigmático: el de la salud.

La economía A tiene un sistema de salud pública financiado por todo el mundo y que permite a todos beneficiarse de él. El país B tiene un sistema de salud totalmente privatizado, que no ofrece un sistema de seguros distinto del privado. A priori, A es un peor lugar para vivir. Ahora, añadimos un nuevo factor de perversidad al opresor régimen A, y es que, para mejorar la salud pública, prohíbe el tabaco. Las aseguradoras de B, descubren que los no fumadores les salen más rentables así que... hace lo mismo, en nombre de la libertad, y es que ellos, tienen libertad de ofrecer el contrato de seguros que quieran. Éste es un caso extremo, naturalmente, en un mundo real, exisitirá una aseguradora que se dará cuenta ¿y si también ofrezco un contrato a los fumadores, más caro, para compensar sus mayores problemas de salud, pero que a cambio les permita fumar? El libre mercado está ahora a un pequeño paso de desmoronarse. En el caso de que la aseguradora pueda comprobar si la gente fuma o no, el problema es escaso, se ofrecen dos contratos, uno para fumadores y otro para no fumadores, y los consumidores toman el que más les convenga.

El mayor problema es el de la desigualdad:si existe (y es poco probable que no exista) habrá correlación entre fumar y la riqueza: es decir, que solo los ricos podrían fumar. La correlación dependerá del grado de desigualdad y del coste de los seguros. En el peor de los casos, (la empresa no sabe si el individuo fuma o no) la aseguradora deberá cerciorarse de que el contrato de fumadores les ofrece incentivos suficientes para cogerlo y fumar y no coger el de no fumadores y seguir fumando. El resultado (no entraré en la explicación completa porque ya me he extendido demasiado, pero estoy seguro de que una mejor explicación de la que yo pudiera dar estará disponible en cualquier artículo sobre éste apartado de la Economía de la Información) es que los no fumadores no consiguen una cobertura médica plena, pagando ellos por tanto los platos rotos de una economía de mercado ineficiente.

domingo, junio 13

Conozco a un hombre que, indignado por una mala representaciónen un teatro de marionetas, atuzó un guantazo al títere ántes de levantarse e irse.

miércoles, junio 9

De la "personalidad"

De pequeño recuerdo cuánto me irritaba que me dijeran aquello de “no tienes personalidad”, que en boca de padres, tutores y demás adultos sonaba con el típico “¿Y si tus amigos se tiraran por una ventana tú también lo harías?” Ya en la adolescencia me entraba la risa cuando lo recordaba, ¿acaso existe eso que llamamos personalidad? Ya había descubierto que no, poco antes de conocer a Ortega, yo ya había dibujado en mi mente un boceto del “yo soy yo y mis circunstancias” (hoy en día ya prácticamente he tachado el “yo” de esa frase, pero eso es otra historia y ha de ser contada en otro momento). Lo que comprendí, en otras palabras, es que es la naturaleza del ser humano seguir a los demás, incluso los que consideramos líderes de la manada, los que “tienen personalidad” no son más que el fruto de otras influencias, un hermano mayor, un personaje de una película, un músico de la banda de moda...
Con el tiempo he descubierto varias cosas, una, que no hay manera de escapar a las influencias exteriores, son demasiado poderosas, son las que hacen que nos guste una cierta música o una determinada manera de vestir. No hace mucho se hablaba mucho sobre la publicidad subliminal, era una creencias generalizadas (no sé si es cierta o no, no es lo que importa aquí), que la publicidad subliminal era asimilada por el cerebro e interiorizada con gran facilidad y sin darnos cuenta. Sin embargo, lo cierto es que toda publicidad nos queda impregnada en el cerebro cual mala colonia. Aunque pensemos que al ser conscientes de estar siendo atacado por un anuncio podremos esquivar su ataque, ésto no es tan cierto como cabría esperar, la idea del producto se nos queda ahí, y consumirlo nos hará más feliz, como cuando se ve una cascada y a los 5 minutos se está en al baño (tampoco se si esto es una leyenda urbana, pero es un buen ejemplo), no por ver la cascada seremos capaces de mitigar su efecto.
Otra, es que no hay que avergonzarse de ello, es lo natural, si cerramos los ojos fuertemente, seguro que podemos descubrir el momento en el que tal canción nos empezó a gustar, podremos descubrir a qué persona debemos el haber descubierto ésa canción, si los cerramos más fuerte, puede que descubramos, cual es ese momento agradable de nuestra vida al que nos lleva esa canción, puede que la oyéramos en la cuna, o que su letra nos recuerde algo agradable, quizás sólo nos recuerde a otra canción.
La tercera cosa que he descubierto en éste tiempo es que soy un bicho raro. La gente se resiste a admitir lo moldeables que somos, prefiere, pensar en que son los dueños de sus vidas, “yo soy yo, y bueno, alguna que otra circunstancia” pero sobre todos, YO. Tiene sentido que la gente piense tal cosa, la creencia en un alma es más acorde con ello.

miércoles, mayo 5

La democracia parlamentaria, cual piñata, otorga sus frutos a aquel que con mayor saña la apalea.
H. Rotschild

jueves, marzo 11

Del fin del mundo

EL LHC NOS VA A MATAR A TOODOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!!!!! Lo confirmaba ayer el diario 'Público'. El gran colisionador de hadrones nos matará a todos: de ABURRIMIENTO.

miércoles, marzo 3

De camellos y agujas

Hace tiempo oí una historia que cuenta la llegada de Monseñor Escrivá de Balaguer al reino de los cielos. Allí, según dicen, fue el mismísimo Dios el que dio la bienvenida al santo nada más entró por las Puertas de San Pedro. En ese momento empezó una amigable charla que pronto condujo a los halagos del fundador del Opus Dei hacia el lugar en el que pronto moraría in saecula saeculorum:
- Veo con agrado que el cielo es tal y como me lo imaginaba.
- Así es, no he escatimado en esfuerzos para recrear el lugar de tus sueños
- Me agrada comprobar que en Tu edén tan solo hay gente de vida consagrada a tu obra, nada de malhechores, paganos, mujeres de mala vida, rojos y greñudos, extranjeros... – No voy a terminar la lista entera puesto que teniendo, como tenía, toda la eternidad por delante, es de entender que el hombre se explayara. – Pero hay una cosa que me extraña sobremanera. Aún no he encontrado a Tu Hijo, Jesucristo no veo el momento de encontrarme con Él y mantener una amigable charla.
- Disculpa, creí que ya sabrías que eso no será posible.
- ¿Cual es la razón? – preguntó, sorprendido y con cierta tristeza, el recién llegado – ¿Hay acaso alguna norma que me lo impide? ¿se trata de alguno se los misterios de la Santísima Trinidad?
Entonces Dios miró con sorpresa al difunto, con ese tono de ironía que se dibuja en los ojos del maestro que va a dar una lección a su discípulo:
- Nada más lejos de la realidad, lo que ocurre es que en éste cielo acerca del cual predicaste TÚ, no hay sitio pare gente como ÉL; y, claro está, en un cielo como el que eso prometió ÉL, no tendría cabida la gente como TÚ.

viernes, febrero 5

De la incredulidad

Sí, el terremoto de Haití lo provocó un proyecto supersecreto (que todo el mundo conoce, hasta los gatos saben ya que se dedican a la investigación climática con usos prohibidos por el derecho internacional, también sabemos que la base del proyecto está en Alaska, vamos, que es el secreto mejor guardado desde el Área 51). Pero esto es en más bien una tapadera, lo que éste proyecto encubre es una conspiración judeomasónica que pretende dominar el mundo con el auspicio de los cuerpos de seguridad del estado, y está liderado por zETApé, Hugo Cávez, Obama y la ETA, que se pretendían adueñar del territorio haitiano, y robarles todos sus recursos (todos ellos, valorados en unos -800 millones de $). Somos fácimlente engañables, ésta gente lo sabe y se aprovechará de ello, y cuando llegue el día en el que se apoderen del mundo, no digáis que no os lo advertí.

Pero afortunadamente aún quedamos nosotros, la materia gris de Europa, la que no se duerme ni se deja engañar ni por ella misma. Los que centramos nuestra capacidad cognitiva en lo realmente importante, porque, ¿acaso ayudar a los que sufren en Haití no puede esperar hasta que descubramos quién es el responsable? ¿Acaso creen que desviaremos nuestra atención dejándonos engsñar por leyendas urbanas que nos cuentan cosas sobre scaners corporales en aeropuertos que invaden nuestra intimidad, o sistemas de escucha inteligentes? ¿A quién le importa que incluso en Europa se arueben leyes discriminatorias hacia musulmanes o gays, que occidente siga mandando más y más tropas a matar afganos, o que cada vez más gente vote a Rosa Díez y su séquito; mientras la verdad – no una verdad cualquiera, sino esa verdad de la que nos hablan Mulder e Iker Jiménez – sigue ahí fuera? Afortunadamente seguimos nosotros aquí, la lucha contra los EE.UU. habría pasado a la historia. Yo incluso diría que si no es por todos esos que se dejan engañar, la lucha contra el imperialismo ya la habríamos ganado.

sábado, enero 9

De la morocracia

Según estaba en clase, debatiendo acerca de el efecto de buenas y malas instituciones en el desarrollo económico, se me ha ocurrido disertar acerca de la morocracia (como ni siquiera se si es un término que acabo de inventar, explicaré que esta palabra es la que se le asignaría al gobierno de los inutiles, de los tontos, estultos, incapaces, necios, idiotas... se van haciendo la idea). Pensé que no sería buena idea hablar de gobiernos actuales, no vaya a ser que de los dos lectores con los que cuenta este blog, uno fuera el censor de alguna república bananera (o no tan bananera). Pero el señor Antonio Basagoiti ha decidido, más o menos involuntariamente, que esto no sea así. Y es que el desprecio absoluto a la vida humana que ha mostrado en sus últimas declaraciones es digno de una persona con escaso contacto con la realidad social, cosa dificilmente tolerable en un político. Alguno se preguntará que por qué hablo de morocracia junto a una persona que no gobierna. Es sencillo, para quien no lo sepa, Basagoiti es el autor de ultimatums al gobierno con temas tan serios como la construcción de un estadio (vale que el Athletic merezca un estadio nuevo, pero la estabilidad presupuestaria en una época de crisis es algo que también merece ser considerado) o la construcción de una linea de metro.
Siempre es más agradable hablar de malos gobiernos pasados, de palurdos que han llegado al poder, que han sido apeados de él, y cuyos efectos no sufrimos ya. Pero no es así, la estupidez es una virtud muy valorada en el politico actual, los estúpidos, son fácilmente manipulados, preferentemente por los malvados. No me refiero a supervillanos como el Dr. No, sino a personajillos que simplemente aprovechan las ocasiones de anteponer sus intereses a los de la sociedad. Los supervillanos tienen un halo de romanticismo que les da chispa, sin ellos no existirían los héroes, y muchos géneros artísticos se qudarían cojos de una pierna, los malvados a los que me refiero, tan solo estorban, no hay ningún romanticismo ni siquiera el pateticismo entrañable de villanos en horas bajas, y es que el daño que causan es real y tangible. ¿Por qué hablar del gobierno de los estúpidos si es en realidad el gobierno de los malvados? Quisiera pensar que la maldad, el egoísmo, concretamente, es una forma de estupidez, y es que es verdad, que muchos malvados son víctimas de su propia obra. Narcos acribillados a tiros, alcaldes corruptos y estafadores que acaban encarcelados, y políticos víctimas en las guerras que ellos han inventado, victimas, dicho de otra forma, de sus propias mentiras. Pero esto no es así. Muchos traficantes mueren de viejos en sus lindas mansiones; estafadores y corruptos que evitan la cárcel de formas tan originales que dejarían atónitos a los artífices de fugas como la del escritos J.Sarrionandia; fugas de etiqueta, más que la de Casanova; y la mayor impunidad de todas: la de los políticos. Si digo que la de los políticos es la más increible forma de no rendir cuentas, es por que no sólo escapan de los tribunales, sino que la sociedad misma les reitera su confianza. Un politico es la única persona que no teme decir bestialidades como las del mandamás del PP en Euskadi, da igual, la gente seguirá votando, algunos, estarán de acuerdo con semejante atrocidad, pero otros, votarán por una especie de inhercia política, sin plantearse en quién están delegando su soberanía, su capacidad de decisión, el país. Dicen que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey supongo que una democracia que elige a idiotas para gobernarla, es una democracia donde la la inteligencia colectiva brilla por su ausencia.
Dijo un defensor de la aristocracia, de cuyo nombre no logro acordarme, que la caída de los regímenes aristocráticos se debe a dos factores: La acumulación de individuos aptos en las capas no gobernantes, y la acumulación de individuos no-aptos en el estamento gobernante (aristocrático). Si ésto se cumple, esperemos que lo que venga se parezca más a la revolución francesa que a la España de 1923.