jueves, marzo 11

Del fin del mundo

EL LHC NOS VA A MATAR A TOODOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!!!!! Lo confirmaba ayer el diario 'Público'. El gran colisionador de hadrones nos matará a todos: de ABURRIMIENTO.

miércoles, marzo 3

De camellos y agujas

Hace tiempo oí una historia que cuenta la llegada de Monseñor Escrivá de Balaguer al reino de los cielos. Allí, según dicen, fue el mismísimo Dios el que dio la bienvenida al santo nada más entró por las Puertas de San Pedro. En ese momento empezó una amigable charla que pronto condujo a los halagos del fundador del Opus Dei hacia el lugar en el que pronto moraría in saecula saeculorum:
- Veo con agrado que el cielo es tal y como me lo imaginaba.
- Así es, no he escatimado en esfuerzos para recrear el lugar de tus sueños
- Me agrada comprobar que en Tu edén tan solo hay gente de vida consagrada a tu obra, nada de malhechores, paganos, mujeres de mala vida, rojos y greñudos, extranjeros... – No voy a terminar la lista entera puesto que teniendo, como tenía, toda la eternidad por delante, es de entender que el hombre se explayara. – Pero hay una cosa que me extraña sobremanera. Aún no he encontrado a Tu Hijo, Jesucristo no veo el momento de encontrarme con Él y mantener una amigable charla.
- Disculpa, creí que ya sabrías que eso no será posible.
- ¿Cual es la razón? – preguntó, sorprendido y con cierta tristeza, el recién llegado – ¿Hay acaso alguna norma que me lo impide? ¿se trata de alguno se los misterios de la Santísima Trinidad?
Entonces Dios miró con sorpresa al difunto, con ese tono de ironía que se dibuja en los ojos del maestro que va a dar una lección a su discípulo:
- Nada más lejos de la realidad, lo que ocurre es que en éste cielo acerca del cual predicaste TÚ, no hay sitio pare gente como ÉL; y, claro está, en un cielo como el que eso prometió ÉL, no tendría cabida la gente como TÚ.