martes, marzo 31

¡La política no es complicada!

¡¡¡Le desglosamos gratis y sin apenas manipulación el pacto entre Partido Popular del País Vasco y PSE-EE, no dude en aceptar esta oferta!!!


La pregunta es qué nos depararán los próximos cuatro años. Por ahora, las únicas pistas que poseemos se reúnen el un documento pdf de 11 páginas: el documento de “bases para el cambio democrático al servicio de la sociedad vasca”. He de admitir que el documento se inicia con una forma de sortear la realidad asombrosa. El texto dice, a modo de justificación del pacto “La sociedad vasca (…) ha propiciado una oportunidad única (…) para que el cambio político y la alternancia se abran paso en Euskadi”. Inmejorable forma de ocultar que los partidos que darían forma al cambio no sumaban ni el 45% de los votos, sin significar esto que la mayoría de escaños estén en su haber.
El primer punto del acuerdo trata, como no, de la política antiterrorista, sin decir nada que no supiéramos. Las medidas expuestas son superfluas en el mejor de los casos, por no hablar de la primera, que exige la igualdad política de todos los ciudadanos vascos, entre otras cosas, independientemente… de su sexo. ¿acaso ETA se ha vuelto un grupo de extorsión machista y solo PP y PSE se han enterado? ¿o acaso la violencia machista se va a equiparar al terrorismo?
Respecto al segundo punto, la crisis, tampoco fija el acuerdo ninguna receta milagrosa, obviamente, si no se ha conseguido ya, resultaría curioso que el futuro lehendakari la consiguiera. Ahora sí, dado que la crisis no ha afectado en exceso a la comunidad (es junto con Navarra, la única que crece económicamente) sería más de agradecer, que en el documento se señalaran formas de prevención y no de arreglo.
El cuarto punto (el 3º es el de autogobierno), reúne educación, política lingüística y sanidad. Sin duda temas nimios que pueden ser resumidos en un apartado. Cosa con la que no estaba de acuerdo hasta ver el contenido de los puntos: en el caso de la educación más de la mitad se refieren directa o indirectamente a la política lingüística. Respecto a los puntos en los que se hace referencia específica a este punto, se puede decir que son algo así como idílicos. Harían falta unos cuantos años de discriminación positiva a favor del euskera para que la mitad fueran realistas. También resulta curioso uno de los puntos de este apartado, que dice pretender derogar los artículos de decretos que entren en contradicción con la Ley de la Escuela Pública. ¿no es eso competencia de los tribunales antes que de los legisladores? Les achacan haber sido creados sin el consenso necesario, pero, con qué consenso cuenta su derogación, con el de dos partidos que no suman el 45% de los votos?
El subapartado de sanidad, con su extensión de ¾ de página, frente a las 2 páginas y media de política lingüística y política lingüística encubierta, presenta proyectos para nuevos hospitales olvidando por completo el gran problema: no hay médicos para rellenar las plazas actuales, menos aún para las nuevas. Quizás el problema es que la única mejora que se propone en cuanto a educación universitaria es la integración de las empresas en la universidad, y dado que la sanidad es (por ahora) pública, no hay interés.
El texto sigue con el apartado “vivienda, infraestructuras y medio ambiente”, que dada su escasa importancia, se unen totalmente en un único apartado muy cohesionado y muy curioso. A cerca del medio ambiente se escribe una frase, carente de pretensiones y llena de ingenuidad (sobre todo del k se haya creído que el medio ambiente vaya a jugar un papel importante en la toma de decisiones). Respecto a los demás puntos del apartado un dato curioso: todos son proyectos ya iniciados que en su mayoría son presentados como novedosos a un lector ajeno: Línea 3 del metro de Bilbao, soterramiento de vías urbanas y construcción de intermodales… y el TAV, del que dicen pretender adelantar su finalización.
Finalmente, otro apartado para otro de los puntos candentes, la radiotelevisión pública vasca (EITB). El texto no se anda con miramientos y propone una “reforma profunda” del ente público, del que llega a decir que sufrirá un cambio en la línea editorial. La tarea, debía ser llevada a cabo por el Partido Popular, lo cual, lleva a pensar sin duda en el ente público de comunicación por excelencia controlado por éste partido: la neutralísima Telelemadrid. Pero la reforma de la televisión pasará por temas tan aparentemente triviales como el mapa del tiempo, donde se ven representadas todas las provincias que formarían el País Vasco, las mismas, donde la televisión emite. Ahora, dado el simbolismo de juntarlas 7 provincias, el mapa del tiempo será más pequeño, dejando sin información meteorológica a gran parte de la audiencia, pero, naturalmente, cuando está en juego el mando de un país… uy, he dicho país, pero bueno, podré decirlo si el autodenominado constitucionalista Patxi López también habla de Euskadi como de un país, ¿será que sus nuevos amigos no lo saben? ¿ o que no quieren saberlo?
Ah, se me olvidaba, he mentido: la política sí que es complicada, he ahí la escasa manipulación que prometí.

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