miércoles, noviembre 12

De Halloween a Navidades

En estas fechas que transcurren entre Halloween y la llegada del viejo “Santa” a cualquier español de bien se le erizan los pelos mire a una fecha u otra. Es cierto, las festividades Estadounidenses nos invaden y amenazan con acabar con la cultura española, la buena. Pero puestos a quejarnos, porqué quedarnos ahí: el viejo Santa Claus nos sirve de referencia, puesto que la compañía que lo inventó también está en nuestras casas. Y no solo un día al año.
Sería mejor mandar a la hoguera a todo lo americano: Nuestro ordenador con Windows, nuestro coche Ford, nuestro iPod, nuestros LPs de Bob Dylan y nuestros CDs de Madonna, los cines donde emitan cine aamericano y toda su literatura de Poe a John Grisham.La televisión se inventó en Estados Unidos, ¿qué hacemos con ella? Y después prohibiremos Halloween en todos los países, claro, los miles de militares estadounidenses que operan en bases en Ramstein, Rota o… faltaría más, Guantanamo. Y sus presidentes podrán seguir interviniendo en asuntos fuera de sus fronteras, según su imaginación y la de sus asesores les permitan inventar excusas.
¿Por qué es necesario quejarse ante unas cosas mientras nos olvidamos de otras, tan nocivas o más? Lo verdaderamente curioso, es que los dos símbolos, que se han convertido en cabeza de turco en ésta lucha antiamericana son los que en su país de origen hacen, por un día, felices a los niños de un rincón y otro del país, sin importar otra cosa que su ilusión. Pero eso nos da igual, siempre es mejor hacer demagogia barata. La cultura es lo más fácil contra lo que podemos arremeter, porque se ve, y cuando no está no se la suele echar mucho en falta. Aun que claro, todo el mundo sabe que si a tu casa va el Olentzero, eres vasco; si son los reyes magos, español; y si va Santa Claus… ya se verá.

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